jueves, 21 de octubre de 2010

SERAPIO TEJEDA BENITES



COSMOVISIÓN

Los de allá, hijos del campo
nacimos en una sábana verde
al pie de un árbol que sonreía
y agitaba sus hojas con alegre
canto.

Ese día llovía furioso
llovía torrencialmente.

Unas horas después, sonriente
se despejaba el cielo, con un
sol radiante, signo de abrigo,
luz y calor.

Las flores y claveles crecen
las semillas esparcidas brotan
espontáneamente el campo se viste
de verde, fresco y tierno,
el ayer queda sepultado.

Las ornamentales adornan y embellecen
las medicinales, previenen y curan
las alimenticias dan calidad de vida
las venenosas luchan aguerridamente.

Todo está al alcance de todos y todas
las tocan con la yema de sus dedos
perciben olores y aromas con éxtasis
bailan desenfrenadamente días y noches.

Oyen el susurro de los vientos
oyen la caída de las cascadas
miran para si, se oyen, se preguntan
tan luego llegan a la conclusión
que son uno más del invierno
como todas las criaturas del campo.

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